Las desigualdades de salud existentes se han visto agravadas a medida que se acelera la propagación del coronavirus. Las poblaciones más vulnerables, que incluyen mujeres, niños, adolescentes, personas con discapacidad, afrodescendientes, indígenas, personas que viven con el VIH, marginados y desplazados, corren el mayor riesgo de sufrir pérdidas devastadoras por la COVID-19.