El Informe Estado de la Población Mundial 2018 "El Poder de Decidir: Derechos Reproductivos y Transición Demográfica”, evidencia cómo la posibilidad de decidir puede cambiar el mundo.
Algunos hechos sobre el comportamiento de la fecundidad a nivel mundial resaltados en el informe muestran que:
- La fecundidad es, en general, más alta entre las mujeres con menos estudios que entre las mujeres con un nivel mínimo de enseñanza secundaria y varía según el lugar de residencia (entorno rural o urbano), el nivel de ingresos y el grado de instrucción en particular de las mujeres.
- Independiente del nivel de fecundidad, lo importante es que las parejas puedan decidir cuándo quieren tener hijos, cuántos o en qué espacio de tiempos.
El estudio presenta un análisis donde clasifica a los países en cuatro amplias categorías en función de sus tasas de fecundidad. Nicaragua, al igual que otros 11 países de la región latinoamericana, incluyendo República Dominicana, Chile, México, Colombia, República Bolivariana de Venezuela, Perú, Costa Rica, Argentina, El Salvador, Brasil y Uruguay se encuentra en una transición demográfica en etapa avanzada; esto significa que contamos con una baja mortalidad infantil y tasas de fecundidad ligeramente por encima del nivel de reemplazo (2.1 hijos por mujer) alcanzadas en el transcurso de 40 años o menos. Estos 12 países, que representan el 85% de la población de la región muestran tasas de fecundidad entre 1.8 y 2.5 nacimientos por mujer.
América Latina presenta tasas de embarazo entre las adolescentes elevadas, al mismo tiempo la población está envejeciendo de forma acelerada, generando que los costos relacionados con las pensiones y la atención de salud en algunos casos podrían ser elevados.
Luis Mora, Jefe de la División de Género, Derechos Humanos y Cultura del UNFPA, considera que lo primordial del informe es que independientemente de que sea el país que sea, el tema del derecho a decidir se ha configurado como vital.
“Esto tiene una perspectiva individual importantísima, la necesidad obvia de las mujeres para decidir cuándo quieren tener hijos, cuántos o en qué espacio de tiempo. Es un tema profundamente social, porque lo que se deriva de eso toca a las instituciones, a las comunidades, a la economía…” explica Mora.
El informe reafirma que en la medida en que los países garantizan el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, promuevan la igualdad de género, e incorporan la educación integral de la sexualidad, se alcanza un mayor bienestar de todas las personas, las familias, las comunidades y se acelera el desarrollo mundial.
Conclusiones del Informe
El informe insta a los Gobiernos a conceder prioridad a los siguientes elementos, incluyendo un enfoque de presupuestación basado en los derechos:
- acceso universal a servicios de salud reproductiva de calidad, incluidos los anticonceptivos modernos;
- garantizar el acceso a una educación de calidad que ofrezca, entre otros aspectos, una educación integral de la sexualidad adecuada a la edad;
- actuar con miras a alcanzar la igualdad de género en todos los ámbitos, incluyendo campañas encaminadas a transformar las actitudes de los hombres con vistas a que apoyen los derechos y las aspiraciones de las mujeres, las niñas y adolescentes y;
- favorecer la conciliación de la vida laboral con la familiar a través de medidas como guarderías asequibles.
«El camino que debemos seguir es el ejercicio pleno de los derechos reproductivos de cada persona y de cada pareja, sin importar dónde o cómo viven ni cuánto ganan —afirma la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva de UNFPA—. Por tanto, debemos eliminar todas las barreras, ya sean económicas, sociales o institucionales, que inhiben el derecho a decidir de manera libre y fundamentada».