El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Nicaragua sostuvo una reunión con un grupo de expertos nacionales, académicos y agencias de Naciones Unidas en el que se realizó la presentación “Análisis sociodemográfico para las estrategias de desarrollo”, con el objetivo de compartir información sobre la dinámica demográfica y la importancia de su análisis para los sectores de salud, educación y la planificación local.
Durante la sesión -a cargo del Sr. Pablo Salazar, Asesor Regional de Población y Desarrollo de la oficina regional de UNFPA-, se abordó también las oportunidades que supone la nueva ronda de censos y la inclusión de la dimensión intercultural en dichas herramientas estadísticas.
Cambios demográficos en América Latina
Salazar explica que “En 2025 América Latina y el Caribe tendrá el mayor número de personas en edad productiva. Sin embargo, esta etapa no va a durar todo el tiempo, tiene una fecha de expiración y van a ir cayendo, luego vendrán desafíos, desde el punto de vista económico”.
Así mismo, las zonas rurales cada vez se irán envejeciendo porque los jóvenes van saliendo y las zonas urbanas se vuelven cada vez más jóvenes, esta situación implicará desafíos en los servicios sociales.
¿Qué nos dice la pirámide poblacional de Nicaragua?
En relación a la situación demográfica en Nicaragua Salazar explica como una enorme oportunidad que “La evolución de la población de 15 a 64 años en Nicaragua alcanzaría su pico alrededor de 2048. Hasta esa fecha tendríamos mucha gente joven entrando al mercado laboral” Así mismo amplía que “Lo que hoy decidamos va a afectar lo que pasará en el futuro...si tomamos acciones hoy podemos aprovechar y cambiar el perfil de cómo vamos a utilizar esta población, lo que ahora es un reto, será una gran oportunidad”.
Salazar informa que nos encontramos en un momento clave para formar muy bien a la gran cantidad de jóvenes que está ingresando al mercado laboral. “Si las próximos dos generaciones, cada niña o niño que va naciendo empieza a tener 12 o 15 años de escolaridad y logramos generar las condiciones para aprovechar esa escolaridad en una economía competitiva y mucho más productiva, el perfil que vamos a tener hacia el 2040 va a ser radicalmente diferente de lo que actualmente puede ser la proyección” comenta Salazar
Así mismo, el país tendrá otros desafíos como es el aumento de la población adulta mayor, la que estará acompañada por una esperanza de vida que va a llegar hacia el año 2090 a 90 años para Nicaragua. “Hacia el año 2100, tendremos 2 millones y medio de personas adultas mayores, es un pico enorme. Lo que hoy tenemos de niños lo tendremos algo más que eso de personas adultas mayores para alrededor del año 2070...tenemos alrededor de tres generaciones para poder cambiar la perspectiva de cómo podremos tener una sociedad pensando en las funcionalidades de cuando tengamos esa cantidad de personas adultas mayores”. explica Salazar.
Algunos de los datos que arroja la pirámide poblacional en el país revela que cada vez nacen menos niños y que alrededor de 2050 la estructura va a cambiar, lo niños serán menos y se contará con mucho más población en edad de trabajar, luego irá cambiando, hasta tener mayor población en edades avanzadas.
Bono demográfico
De acuerdo a Salazar, la solución para enfrentar el proceso de envejecimiento a mediano plazo, es invertir en juventud, para subir la productividad de cada nueva persona que entra en el mercado laboral. “Tenemos que compensar que hay menos gente a través de ejes más productivos. La estrategia que América Latina debe de seguir es invertir en personas jóvenes” asegura.
La clave se encuentra en focalizar los esfuerzos en la gente jóven que entrará en el mercado laboral, para formarlos de la mejor manera para la incorporación productiva en el mercado. “La receta es sencilla tenemos que empezar a invertir en las personas menores de 30 años...dependiendo del país hay una pérdida enorme en términos de la oportunidad que podríamos tener para contar una generación mejor formada. Incluso aunque fuera a migrar, ya que acceden a mejores empleos” comenta Salazar.
Bono de género
Una de las acciones que pueden aumentar la cantidad de personas trabajando, es el traslado de las mujeres de las actividades reproductivas a tareas productivas. “Este tránsito y la contribución de las mujeres en el mercado laboral es lo que llamamos un bono de género. La Tasa crecería 0.5 más anual si tuviéramos una participación igualitaria en el mercado de trabajo. Lo que también implicaría una distribución igualitaria en la tareas del hogar, de la economía reproductiva y de las tareas de cuidado. Implica cambios estructurales. Es una fuente donde la equidad de género tiende a ser foco del crecimiento” explica Salazar.
Embarazo en adolescentes
Para Salazar el embarazo en adolescentes es un desafío ya que esta generación productiva, tienen que enfrentar el ser madres muy jóvenes y eso genera problemas en su inserción. “En muchos casos es una consecuencia, ya salieron de la formación educativa, entran en la vida reproductiva muy rápido como una alternativa a un plan de vida. Hay una relación de causa y efecto entre los dos temas. Más si hay ausencia de educación integral de la sexualidad y de información sobre hacia dónde voy a largo plazo”.
Victor Valdivieso, Representante Auxiliar de UNFPA Nicaragua finalizó el encuentro comentando que lo valioso de la reunión, por la expertise y experiencia de cada uno de sus miembros, en especial de cara a reflexionar sobre otros estudios que UNFPA pueda realizar como contribución a las prioridades del país.